Amistad Funesta fue publicada en El Latino Americano de Nueva york en 1895. Se trataba de su primera y única novela, escrita, según su propia declaración durante siete días interrumpido a cada instante por otros quehaceres. Es un interesante trama pasional con un estilo galano, resulta de gran valor por el cúmulo de indicios autobiográficos que se dan en ella. Gonzalo de Quesada, su discípulo predilecto y albacea, la encontró en unas páginas sueltas del archivo martiano. Este hallazgo hizo posible que la novela no se perdiese, pues Martí la había firmado con el seudónimo de Adelaida Ral. El genio literario de Martí es impresionante, no sólo por la calidad y cantidad de sus páginas, sino por la facilidad con que compone textos riquísimos, llenos de sutilezas, aciertos y ambigüedades. Ambigüedades que, como siempre que se trata del arte y la literatura, contribuyen a la riqueza hermenéutica del texto. En cuanto a los personajes, se ha dicho que Sol representa la patria, en este caso, Cuba, que Lucía es un personaje esencialmente modernista inmerso en un ambiente romántico y que Juan Jerez es un personaje anodino que aparece tipificado como un héroe siempre en un segundo plano. Estos personajes se mueven casi de forma constante en espacios interiores. Martí busca por medio de la simbología, establecer las esencias de las cualidades. "La bondad es la flor de la fuerza" nos dice, con lo que revela el valor semiótico de flor, su carácter esencial, condensa-da expresión de una calidad y una cualidad. Basta nombrar una flor para calificar una escena, un personaje, un espacio. Las magnolias representan entonces lo puro, lo bello, lo claro, la dimensión diurna de los seres humanos, lo mejor de nosotros; versus la oscuridad humana, las bajas pasiones, los celos y la envidia, el egoísmo, el malsano deseo. Por eso nos dice, "desde que lo blanco se oscurece, la desdicha empieza"